Canarias 2011: los sonidos del silencio
Hace pocos días, escuchaba en una emisora de radio que algunos colegios de Tenerife se están encontrando con niños que llegan al colegio por las mañanas con “fatiguitas” porque no han comido nada desde el almuerzo del día anterior y se sentían mareados. Los colegios hacen lo que pueden pero se encuentran sin presupuesto para hacer frente a niños que siguen acudiendo a clase sí… pero con hambre. Más allá de cifras oficiales, de analizar si el paro ha bajado o no un poco, más allá de slogans, campañas y guerras electorales está la terca realidad de familias que pierden sus casas, de familias a las que se corta el agua y la luz, de familias que sólo pueden poner comida en la mesa una vez al día… incluso a sus niños. Y es que una cifra de paro que supera el 28% da para eso y para mucho más porque las familias han agotado sus recursos, sus ahorros y ya no tienen en quién apoyarse porque a su alrededor todos están igual: con el agua al cuello. Cambien la palabra familia por la de empresa y