2017: tenemos tanto por construir… por Juan Luis Lorenzo (*)
La política es importante, por más que en la calle
se escuche lo contrario harta como está la población de escuchar, leer e
indignarse cuando los políticos parecen más preocupados de sus problemas que de
solucionar los problemas que preocupan a la población.
Por eso los empresarios, sobre todo los que tenemos
alguna responsabilidad institucional o representativa, nos hemos convertido en
objetivo de la pregunta con una respuesta más difícil: “¿Tu crees que de verdad
se está acabando la crisis?”.
A uno le gustaría decir que sí, que es hora de
tirar para arriba de tantas persianas como se cerraron, que se acabó la
incertidumbre… pero hay que ser realista; hace 9 años dije que la crisis iba a
ser muy importante y un político me llamó talibán, ahora no sé si atreverme a
decir la verdad.
Por eso es importante la política… y los políticos.
Los políticos de verdad, los de raza. Esos que tienen un sueño para su pueblo,
su ciudad, su isla, su provincia, su región y se dejan la piel luchando por ese
sueño, el que sea. Y hablan con unos y con otros y buscan la forma de acelerar
“aquello”, de financiarlo, de que sea para todos, de que todos participen, de
que, una vez terminado, “aquello” sea el orgullo de todos los que han
participado en su construcción.
Y es que la construcción es algo fundamental.
Recordemos que fundamental viene de fundamento. Se construyen las casas en las
que vivimos, las carreteras que transitamos, los puertos y aeropuertos que nos
permiten entrar y salir. Y con los puestos de trabajo que genera la
construcción, se construyen vidas, familias, sueños, objetivos, educación,
tantas cosas… Se construyen relaciones sociales, se construyen puentes para el
diálogo, se construyen vías para la paz.
En Canarias tenemos mucho que construir. Hemos de
construir algo trascendental: estabilidad política. Lo cómodo es trabajar con
quien uno quiere pero no siempre es posible y entonces hay que construir
pactos, fraguar consensos, buscar formas de que el gobierno funcione como la
seda. No es de recibo que en política no se pueda hablar de lealtad a un
proyecto conjunto cuando se está jugando con el futuro de los ciudadanos, no es
de recibo que los medios de comunicación estén entretenidos en el Sálvame
Deluxe que protagonizan nuestros representantes en lugar de poder informar de
aquello que realmente nos interesa a todos: el presente y el futuro de los
ciudadanos.
Porque esos dimes y diretes tienen consecuencias:
Canarias ha estado a punto de perder el tren del Plan Junker. De hecho, se daba
por perdido si no fuera porque a principios de este mes los ministros de
Economía y Finanzas de la UE han acordado prolongarlo hasta 2020 y aumentar la
financiación de 315 a 500 millones de euros. En cualquier caso, el problema que
subyacía para no poder coger el trozo de pastel que nos corresponde es el
mismo: hay que desbloquear y flexibilizar la legislación medioambiental. Si no
se hace perderemos este tren y hemos de recordar que la época de las
subvenciones a las grandes infraestructuras ha pasado a la historia. La UE ha
decidido impulsar proyectos y para subirnos a esa locomotora las
administraciones públicas deben ser máquinas flexibles.
Otra herramienta importante y en la que los políticos
deben estar todos a una es el REF. Canarias tiene Régimen Especial desde hace
600 años, desde la Conquista. Es decir, se intentó desde el principio compensar
nuestra lejanía. El heredero moderno de aquel derecho histórico es el REF: hay
que sacarlo de la financiación autonómica para que nos lleguen 500 millones de
euros más y sirva para lo que debe servir: compensar nuestra lejanía e
insularidad, compensar los sobrecostes que esta conlleva. El asunto se abordará
en 2017. Tendremos que estar atentos.
Y muchos se preguntaran: “Pero bueno ¿hemos salido
de la crisis sí o no? A nuestro entender hemos dejado atrás la recesión, pero
no la crisis ni sus consecuencias. Hemos perdido un 70% del tejido empresarial
de la construcción en estos años y todo el empleo que conlleva. Los expertos
calculan que la tasa del 10% de desempleo no será posible hasta el 2020. Tres
años. Yo creo que hay que pensar en algunos años más.
Pero es cierto que también se pueden hacer cosas en
la línea económica que está más cerca de los ciudadanos: la de su isla y sus
pueblos y ciudades. Hay que estimular la economía de proximidad y los
presentantes públicos tendrían que haber aprendido en estos años de hierro que
quien estimula el crecimiento y el empleo es la construcción. Hay que apostar
con la ley en la mano por las empresas canarias, por las más cercanas, las que
reinvierten sus beneficios en esta tierra, las que pagan sus impuestos aquí.
Hay que apostar por la simplificación burocrática también en los ayuntamientos
y en el Cabildo, concienciarse de que hay que pedir estrictamente lo que marca
la ley en cuanto a clasificaciones. Pueden mirarse en el Ayuntamiento de Santa
Cruz de Tenerife, es un muy buen ejemplo a seguir.
Y las energías renovables… Somos la Arabia Saudí de
las renovables. Los canarios tenemos derecho a disfrutar de ese inmenso tesoro
que son el sol y el viento. Tenemos derecho a una energía limpia y aún no se ha
levantado ni un aerogenerador del concurso eólico convocado en 2007. ¡¡Diez
años!! Pero las empresas siguen ahí y van a seguir ahí.
No. No se ha terminado la crisis. Pero, a todos
aquellos que, con todas las dificultades del mundo, siguen levantando la
persiana, a los tuvieron que arrojar la toalla, por tantos sueños rotos, por
esas familias que siguen actuando como muros de contención, a esos que siguen
dejándose los ojos en los libros, a los que quieren emprender, a esos que a
poquito que les den alas despegan. A todos esos que quieren CONSTRUIR, la
Concap, que es la Casa de los Empresarios Canarios, les desea un muy feliz 2017.
(*) Presidente de la Concap
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