31/12/12 Mensaje de Año Nuevo


JUAN LUIS LORENZO RODRIGUEZ, presidente de la CONCAP

“Canarias  tiene que apostar por su futuro, por sus empresas y por su gente”


Ya no hay tiempo para pruebas, ensayos y anteproyectos de leyes y reglamentos que aún tardarán años en entrar en vigor. Hace mucho que llegó la hora de tomar decisiones, de convertir la Administración Pública en una máquina de productividad y en una fábrica de proyectos viables y rentables para esta tierra a muy corto plazo.

Hay gurús de la economía local que dicen que empezaremos a crear empleo a finales de 2013 pero que el primer semestre será muy duro. No señores: será muy duro el primer semestre y será muy duro el segundo porque mientras no se cree empleo, no hay consumo y mientras no haya consumo no se llenan las arcas públicas y sin dinero en las arcas públicas no hay inversión en algo fundamental como son las infraestructuras y sin dinero para esas infraestructuras las empresas seguirán cerrando o emigrando a otros países y los que quedamos aquí seguiremos viendo como se abre el asfalto de todas nuestras carreteras y autopistas, observando la falta de competitividad de nuestra red de transporte terrestre, volviendo a imágenes de hace 40 años y con tasas de paro aproximándose al 40%… y como la construcción no levante cabeza va a ser realmente difícil crear la cantidad de empleo que se necesita para sacar adelante esta tierra. Porque la construcción no es sólo casas y hormigón. En la construcción hay mucho de innovación, de desarrollo de nuevos materiales, de mejora de la competitividad de un territorio, de crecer buscando como respetar mejor el medio ambiente.

Hay otros sectores productivos, es verdad… hay empresarios que han tenido y tienen proyectos muy interesantes… que han terminado sus días en el cajón de alguna consejería del Gobierno regional, del cabildo de turno o del ayuntamiento correspondiente. La maraña legislativa es de tal calibre que nadie se libra de ella: los inversores se desesperan y acaban por arrojar la toalla, los empleos que podrían crearse se van al garete y los funcionarios no dan un paso sin miedo. Es cierto que ahora el Gobierno de Canarias está desarrollando una nueva Ley de Armonización y Simplificación, pero está en fase de anteproyecto y tardará años en ser operativa. No tenemos tiempo.

Hay que acelerar lo que tenemos a mano, lo que ya está en marcha: el concurso eólico, por poner un ejemplo. Se falló en 2009 pero los trámites burocráticos hacen que a día de hoy no haya ni un solo parque de ese concurso en funcionamiento y eso son millones y millones de euros en un sector fundamental para las Islas tanto para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles como para innovar en productos y procesos. Somos la Arabia Saudí de las renovables y la comunidad autónoma con menor potencia energética limpia generada y esta ruinosa y vergonzante  realidad tiene nombre y apellidos… y hasta siglas. Las mismas siglas que en determinadas instituciones han apostado brutalmente por empresas foráneas permitiendo que la riqueza que se generaba en esta tierra volara hacia otras comunidades en una visión nacionalista que podríamos calificar como “original”, las mismas siglas que se han dejado llevar postponiendo sine die una reforma de la Administración  que la dotara de una  transparencia en la gestión y de una agilidad en la tramitación que habría sido crucial para paliar y salir antes de la crisis que nos ahoga. La Concap lo ha pedido por activa y por pasiva pero no hay mejor sordo que el que no quiere oír.

Lo cierto es que es cansino repetir cada año lo mismo desde 2008, pero 2013 va a ser un año difícil porque a la crisis empresarial se va a unir la brecha del sector público y las dificultades que generará la reforma del sistema financiero. El objetivo de las administraciones públicas tendría que ser generar inversión, pero están centradas en lo que exigen los acreedores: reducir el déficit… aunque para ello se tenga que someter a las empresas a una presión y persecución fiscal sin parangón histórico. Así no es posible sobrevivir y generar empleo. Así nos encontramos con 380.000 parados, con desahucios que encogen el alma, con 749.000 personas trabajando para sostener todo… las cifras no cuadran. O mejor dicho: cuadran porque hay algo que está funcionando mejor que un reloj suizo: las familias. Son ellas, las familias canarias, nuestro concepto de familia, el que está frenando un estallido social que en cualquier otro lugar ya se habría producido. Para ellas, sobre todo para esas familias, y para los empresarios que día a día luchan por tener abiertas sus empresas o por buscar oportunidades en lugares muy lejanos, va el Feliz 2013 de la Concap.

Repercusión en Prensa: 
http://eldia.es/2012-12-30/OBSERVADOR/35-Canarias-tiene-apostar-futuro-empresas-gente.htm

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