Los constructores de la Concap, preocupados por la deriva del sector:“Estamos caminando hacia la debacle”

“O se activa el sector de la construcción o en Canarias estamos abocados a un conflicto social más temprano que tarde” asegura el presidente de la Confederación Canaria de Asociaciones Profesionales, Juan Luis Lorenzo, para quien “hoy por hoy es sin duda necesario luchar con todas nuestras fuerzas por reducir el déficit de las administraciones públicas. Esto se puede obtener recortando todos aquellos gastos que no resulten estrictamente necesarios, pero cuidando con no afectar aquellos gastos que sean productivos y que generan ingresos a las arcas públicas, porque entonces intentando reducir el déficit por la vía del gasto se puede estar originando un déficit aún mayor para las cuentas públicas, al reducir los ingresos y originar nuevos e indeseados gastos”

Esto es lo que nos está pasando en Canarias, “nuestro sistema económico, nos guste o no nos guste está basado en el turismo y en lo que muchos llaman con desprecio “el ladrillo”, ya que ni el sector primario, agricultura y pesca, ni nuestro sector industrial pueden competir en este mundo globalizado y dar trabajo a los dos millones de personas que habitamos estas islas. Es cierto que el turismo está haciendo lo que puede pero parece que está tocando techo en cuanto a generación de empleo”, sostiene el presidente de la Concap, que incide en que “muchas veces oímos hablar de las energías renovables y de otras industrias que generan un alto valor añadido, que generan puestos de trabajo cualificados y bien remunerados, pero la pregunta es ¿cuántos? ¿mil, diez mil, veinte mil?. Pero ¿donde buscamos los otros cien mil que necesitamos para que nuestra tasa de “desesperados” vuelva a los niveles del 10% de la población activa?”.

Se insinúa que la solución son las “políticas activas de empleo”, que una mejor formación permite al desempleado reconvertirse para alcanzar un nuevo puesto de trabajo en otro sector, “pero ¿qué sector va a generar esos cientos de miles de puestos de trabajo necesarios?”.

Evidentemente la mejor cualificación, cada día más, es necesaria en todas las actividades profesionales, pero desgraciadamente una gran parte de nuestros parados han perdido ese tren, por su formación de partida o por su edad. “El desempleado de la construcción no tiene siquiera la posibilidad que tuvieron sus padres de emigrar a Cuba, Uruguay o Venezuela. En un mundo tan globalizado la emigración, como salida, solo le está reservada a los mejor preparados, circunstancia que desgraciadamente no se da entre nuestros parados”.

Las primeras medidas de lucha contra el déficit de las administraciones han ido “directamente contra la inversión pública y contra el enorme déficit de los bancos, es decir, ha ido contra la inversión privada. La duda, como antes se ha dicho, es si no se está luchando contra el déficit generando nuevos y más perniciosos déficits”.

La práctica desaparición de la inversión en carreteras, planes de saneamientos y equipamientos sociales de los gobiernos central y autonómico, cabildos y ayuntamientos ha supuesto no solo la destrucción del tejido empresarial, con la pérdida de casi 500 empresas y el 80% del empleo que sostenía el sector, sino que ha incidido en el sector de los servicios, superando la insostenible cota del 30% de “desesperados”.

Afortunadamente, “venimos de una época en donde teníamos ahorrados 18 meses de colchón, por lo que durante un año y medio, mal que bien, las familias han venido sobreviviendo de las ayudas del desempleo, pero ese plazo ha sido superado y es difícil sostener una sociedad en la que 100.000 familias no tienen ningún tipo de ingreso, “una sociedad que empieza a vivir de la pensión del abuelo y que llega a verse forzada a sacar de las residencias a sus mayores para que la pensión ayude a que el resto de la familia pueda comer”.

“Si seguimos así vamos a la debacle” manifiesta Juan Luis Lorenzo. Nuestros gobernantes tienen que comprender que no se puede seguir dando la espalda a la inversión en obra pública porque es la única medida anticíclica que va a dar resultado tanto en la creación de empleo como en el retorno fiscal, porque por cada millón de euros que se invierte, las administraciones públicas recuperan fiscalmente 570.000 euros pero, lo que es más importante, el dinero vuelve a circular, se incentiva el consumo y se reduce el gasto en ayudas sociales”, sostiene el presidente de la patronal canaria para quien “el objetivo de la reducción del déficit es necesario pero no a base de quedarnos sin tejido empresarial y aumentar a niveles insostenibles el desempleo”.

“En España y más concretamente en Canarias, en la lucha contra el desempleo el sector de la construcción es esencial. No podemos condenar de por vida a la marginación social a esa masa de cien mil canarios, que día a día se va engordando, que hoy se encuentran desempleados y que no tienen ni futuro ni esperanza”.

Enlaqces a medios de comunicación escritos que han recogido la información:

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CONCAP Confederación Canaria de Asociaciones Profesionales

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